Sepulcro de ‘Abd Allāh ibn Yūsuf, el Rico

Iglesia de Santiago
897 H. = 1492 d.C.
Granito / 53 x 164 x 39 / 78 x 38 x 17
(89/20/4/2y 3). Almacén Visitable de Santo Tomé



Sepulcro de ‘Abd Allāh ibn Yūsuf, el Rico Iglesia de Santiago897 H. = 1492 d.C.Granito / 53 x 164 x 39 / 78 x 38 x 17 (89/20/4/2y 3). Almacén Visitable de Santo Tomé

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©Museo de Ávila

[En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Éste es el sepulcro de ‘Abd] Allāh ibn Yūsuf, el Rico, asesinado injustamente. ¡Que Dios se apiade de él! Murió [en el dia… del mes…][…] su imperio, del año de la Hégira de nuestro profeta Muḥ̣ammad, ¡que Dios lo bendiga y lo proteja!, [ocho] cientos [noventa y siete]. ¡Que Dios nos reúna con Él en el Paraíso! No hay poder ni gloria excepto en Dios, el Altísimo, el Sabio. No hay vencedor excepto Dios

Entre los centenares de estelas funerarias islámicas de la ciudad de Ávila, puede destacarse por su interés histórico y epigráfico este ejemplar único. Estuvo en origen formado por tres piezas, de las cuales el Museo conserva una y media, estando la otra media en el Museo Catedralicio y la tercera en paradero desconocido.

La combinación de los tres elementos formaba un monumento funerario tumular, rematado en cabecera y pies con sendas estelas verticales. A lo largo de las caras visibles corría el texto árabe de la inscripción, donde consta el nombre del difunto, la fecha de su muerte y las circunstancias de ésta, más una serie de jaculatorias religiosas. Todo ello dentro de un campo epigráfico enmarcado por cordones decorativos, similares a los utilizados en la ornamentación gótica del momento. La letra utilizada es de tipo cursivo, con indicación de puntos diacríticos, apreciándose una ejecución cuidadosa y esmerada.

En origen, estuvo en la necrópolis islámica del Sancti Spiritus, una de las tres que tuvo la aljama mudéjar abulense entre los siglos XIII y XV. No obstante, al Museo llegó en 1911 procedente de la Iglesia de Santiago, donde se encontraba reutilizada como elemento decorativo.

El difunto pertenecía a una familia importante de la comunidad mudéjar, los Rico, a los que encontramos en varios documentos del siglo XV con cargos importantes en la aljama. No es de extrañar, pues, que su sepulcro fuera distinguido, correspondiendo a su posición social. Además, el hecho de haber muerto asesinado –constando en el texto de la inscripción esta circunstancia- quizá llevó al padre de ‘Abd Allāh, Yūsuf el Rico, a honrar de una manera especial su memoria, como desagravio.

Por otro lado, y gracias a los documentos conservados del proceso judicial que siguió al homicidio, conocemos el año exacto de la muerte, 1492.

Jiménez Gadea, J., “Acerca de cuatro inscripciones árabes abulenses”, Cuadernos Abulenses, 31, pp. 25-71