Cupa

¿Antiguo Alcázar?, Ávila.
Roma. Siglos II-III d.C.
Granito / 50 x 86 x 45 cm.
[IM 1536]. Almacén Visitable de Santo Tomé

O tapadera de la cista que contenía las cenizas de un difunto. Estaba reutilizada como sillar en algún muro vinculado al Alcázar de la ciudad que se levantaba en el interior del ángulo SE de la muralla; tras el derribo de la pared que la contenía, a principios del siglo XX, la Comisión de Monumentos rescató ésta y más piezas epigráficas aparecidas entre el material constructivo –verracos con inscripción y estelas, ahora sus vecinas en el Almacén Visitable-.

El monumento funerario de cupa y cista cineraria se hizo habitual en los ambientes urbanos del Imperio desde finales del siglo I. La cupa, semicilíndrica, llamada así por su parecido con un tonel o cuba -incluso en ocasiones es realmente medio tonel de piedra-, acoge en un lateral el epitafio grabado en memoria del fallecido. Este es el tipo que también se interpreta en el área hispanovettona con un verraco que cubre la cista, sin que la elección de uno u otro modelo implique mayor o menor grado de romanización, a tenor de los antropónimos que consignan y de la fidelidad al formulario de los textos que aportan, siempre iniciados por la consagración a los dioses Manes, los dioses de los antepasados muertos.

En este caso:

D(is) . M(anibus) . S(acrum) XX(V?)
ANNIANO AN(norum)
PARE(ntes) . FIL(io) . PI(i)S(imo).F(aciendum) . C(urauerunt).
Consagrado a los dioses Manes. Para Anniano, de 20 (+5?) años, sus padres hicieron (este sepulcro) a su querido hijo.

Como curiosidad, llama la atención la solución adoptada por el lapicida al ver que se le había olvidado, o que no le cabía, el número de años después de anunciarlos –AN- en la segunda línea y que le iba a descomponer la siguiente: opta por ponerlo donde ve hueco, en la primera, a pesar de que así rompe el ritmo de la distribución de la fórmula inicial, aunque no su sentido, bien comprendido por todos.

MARINÉ, Mª, “Cupa, Ávila”, Cien piezas del Museo de Ávila, Junta de Castilla y León, 2011, pág. 65.